Psicoanalista

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LA VIOLENCIA DE GÉNERO: ¿Qué es?, ¿A qué se debe?.

Traemos hoy aquí la violencia de género porque se ha convertido en un fenómeno masivo que parece propagarse como una epidemia. Podemos citar numerosos ejemplos a lo largo de los últimos 4 ó 5 años y observamos ciertas reacciones tanto en hombres como en mujeres que nos llaman poderosamente la atención.

  • La persona maltratada se queda junto al maltratador y retira en muchos casos la denuncia o niega lo ocurrido saliendo en defensa de este último.
  • En numerosos casos el criminal se suicida o se entrega inmediatamente para recibir el castigo.
  • No es paradójico que el 75% de las transgresiones de la ley de alejamiento sean provocadas por las propias mujeres?
  • El profesor Neira, defendió a una mujer que estaba siendo agredida por su pareja y después ella negó los hechos.
  • A veces los debates en torno a estos ejemplos pueden llevar peligrosamente a lo peor, a la inculpación de la víctima por el desconocimiento de la lógica de las relaciones.
  • Otra paradoja es que al mismo tiempo en que parecían ceder los viejos prejuicios que rodean la sexualidad, la agresión y el crimen de mujeres comienza a ser algo cotidiano en los medios de comunicación.

¿Cómo podemos explicar estas reacciones? ¿A qué se debe que resulten insuficientes las políticas de igualdad y las medidas adoptadas ante estos sucesos?

Es paradójico que sea en los países nórdicos dónde dichas políticas están muy desarrolladas y dónde el nivel de vida es elevado así como la educación y las prestaciones sociales favorecen la independencia de la mujer, dónde el porcentaje de crímenes es más elevado.

Llama la atención que los hombres de las sociedades más avanzadas, con mejores niveles de formación y de estudios, los más conocedores de lo que debe hacer un hombre civilizado para respetar a una mujer, estén a la cabeza en la violencia criminal contra las mujeres. Finlandia con 10,32 asesinatos por cada millón de mujeres de más de 14 años; Dinamarca con 5,85 y España con 3,81. Estos datos nos indican que las explicaciones simples del problema se quedan cortas.

¿El machismo es la única causa de la violencia de género? Está claro que no. Quizás hay que tener en cuenta el cambio experimentado por la mujer, su lugar en las sociedades occidentales y lo que esto ha provocado en el hombre. En el hombre no se han dado cambios sustanciales. Ejemplos:

  • Natascha kampusch.
  • El ángel exterminador. Buñuel.
  • Legítima defensa. Francis Ford Coppola.

No es ajeno a lo que vivimos diariamente el aumento de la agresividad y de la violencia en general en nuestras vidas. Por lo tanto es también interesante preguntarse por las condiciones actuales sociales que hacen a los individuos más frágiles a la vez que más agresivos.

En la base de la convivencia social está dominar la violencia y el afán destructor al cual es tendente el humano. Si éste dominio de las pulsiones agresivas no opera, no sería posible ni la civilización ni la convivencia y en consecuencia no habría cultura. Para que haya cultura es necesario renunciar a algo, a los impulsos más indomables de cada uno. Explicar.

Y en esto llegamos a un punto de interés fundamental para entender la complejidad del problema y su regulación. Quizás esto nos aclara algo alrededor de los resultados insuficientes de las medidas contra la violencia. ¿Cuál es este punto de interés?

Se trata de las pulsiones que nombrábamos antes, las agresivas, las de destrucción, la pulsión de muerte. ¿Y qué quiere decir esto? Pues quiere decir que no siempre queremos nuestro bien. Que mas bien el ser humano se encuentra con la paradoja de que a veces quiere destruirse. A veces el ser humano, en la cúspide de su complejidad, en sus actos, en sus tendencias, en lo que elige, en su modo de divertirse, en su modo de comer... tiene más bien tendencia a la destrucción y a la muerte que a la vida. Esta fue una de las grandes aportaciones de Freud. Freud descubrió que el mal y la destrucción constituyen uno de los impulsos más fuertes del ser humano.

Hemos desarrollado en otras charlas, cómo esta determinación inconsciente si no se trabaja puede tener consecuencias fatales para un sujeto. Ejemplos claros de esto son las toxicomanías.... y por supuesto el tema que nos ocupa: La violencia, de género en este caso. Resumiendo, en este sentido, sobre la base de una sociedad cuyas características tienen como efecto una violencia en general más desbocada, en todos los ámbitos, adolescentes y jóvenes, en los centros educativos, en los deportes, nos planteamos que por diferentes condiciones sociales los individuos están cada vez más confrontados con la pulsión de muerte. El Estado intenta poner freno a ésta violencia pero lo que parece es que es una tarea necesaria pero es evidente que no suficiente.

¿Qué aparato judicial puede estar a la altura del enigma del mal en el ser humano? Pregunta de M. De F.

Las leyes aportan un marco simbólico desde el cual regular y sancionar pero no puede erradicar el mal. El afán de la política educativa y sanitaria, como todos podemos observar, es erradicar las conductas y prohibir. Pero hay que tener en cuenta que sin conocer las causas que están detrás de cada acto los sujetos no tienen las herramientas (comprensión) necesarias para poder cambiar.

Y ¿cuáles son las causas de la violencia de género?

La primera es la que hemos nombrado como tendencia destructiva del ser humano que le es inherente por su condición de hablante, por hablar. Y porque las palabras nos acompañan desde el principio hasta el final. Las palabras nos afectan y determinan la forma de vivir la sexualidad y la muerte.

Ante esto el psicoanálisis va a tratar de enfocar el entramado del acto criminal. Acto que culmina como hemos dicho con el suicidio del atacante en muchas ocasiones. ¿Qué nos encontramos a pesar de las medidas tomadas por los servicios sociales? Recidivas. Y las recidivas, como en cualquier enfermedad, son recaídas que pueden entrañar una situación de peligro.

Y en la relación de pareja, en una "relación sentimental" en general, lo que manda, lo que influye, lo que se pone en juego a diario son las dificultades de cada uno proyectadas en el otro. Es decir todo el campo imaginario de cada sujeto, que inconscientemente, sin saberlo, ponemos en el de al lado.

Otros factores que contribuyen al desencuentro entre el hombre y la mujer son los efectos del fenómeno de la "degradación de la vida amorosa" dónde entre otras cosas, la diferencia de cada sujeto ha quedado reducida casi totalmente en algunos casos. ¿Que quiere decir esto? Parece que por estar en pareja la mayoría de las personas renuncian a sus propios proyectos, a sus deseos, a su peculiar forma de vivir... y esto a veces produce efectos de agresividad contra el otro. Culpamos al otro de nuestras frustraciones tratando de eludir nuestra responsabilidad en nuestras dificultades.

El dejar lo propio va situando al sujeto, generalmente a la mujer, en dependencia al otro. Frecuentemente la dependencia es mutua, aunque los motivos sean aparentemente diferentes. Ante todo ello si la historia de base de un sujeto es complicada nos encontramos con situaciones que pueden generar mucha violencia.

Hay que decir también que el lugar de la mujer en las sociedades occidentales ha variado muchísimo, y este cambio no ha ido paralelo de cambios sustanciales en el hombre. Pero volviendo al problema de la dependencia observamos que hombres y mujeres padecen diferentes tipos de dependencia. Como hemos comentado la dependencia en la mujer está más relacionada con la espera de un signo de amor de su pareja, lo que en ocasiones la aboca a situaciones de maltrato: le hace creer las palabras de amor y de arrepentimiento o interpretar que los celos son un signo de interés.

Cuando una mujer se instala en una posición de amor permanentemente decepcionada, siempre espera que en la siguiente ocasión sea diferente. Esta situación de dependencia siempre tiene que ver con su historia infantil, con sus vínculos de amor y dependencias más primarias.

La dependencia se acentúa en las relaciones de pareja y se manifiesta de forma extrema en la imposibilidad de aceptar perder a una persona. En los hombres infantilizados en este sentido, la pérdida o el abandono resultan insoportables. Parece ser, que en un porcentaje muy significativo de casos, al asesinato de la mujer le sigue el suicidio del agresor como la expresión de la dependencia infantil más radical. Estos hombres no pueden vivir sin ellas en el sentido más radical y literal, porque una vez destruida esa persona ya no tienen con qué sostenerse en la vida.

Frente a ésta realidad, las necesarias medidas de apoyo a las víctimas y de prevención a la violencia de género encuentran sus límites. Los programas y protocolos no toman en cuenta que detrás de cada mujer maltratada hay una historia, al igual que detrás de cada hombre maltratador. Estas medidas estandarizadas llevan a menudo a la cronificación, porque sin abordar la particularidad de cada historia de maltrato, no es posible salir de la repetición. Se trata de hombres aferrados a la lógica del tener e incapaces de aceptar el desencuentro entre los sexos. Así hay hombres que confunden la virilidad con la violencia. Así podemos entender un poco más las preguntas que nos hacemos:

¿Por qué algunas mujeres retiran las denuncias por malos tratos y retornan con su agresor? ¿Por qué personas que están en una relación insatisfactoria son incapaces de romper con ella y salir?

"La dependencia emocional es una cárcel más poderosa que un búnker cerrado de acero y hormigón". Hay cárceles sin barrotes de las que es muy difícil salir. Por ejemplo las ataduras de la dependencia.

El análisis personal nos ofrece la posibilidad de salir de la cárcel porque nos permite descubrir qué es lo que nos mantiene pegados a esa relación. En los hombres se trata más de la intolerancia a la pérdida.

Ejemplo de Natascha Kampuch. Austriaca, fue secuestrada cuando tenía 10 años en 1998. Permaneció en cautividad por su secuestrador durante más de ocho años, hasta agosto de 2006 en que se fugó. Se considera uno de los casos más dramáticos de la historia criminal austriaca. La secuestraron cuando volvía del colegio. Vivió en zulo de 2,5 metros, sin ventanas, ni luz del día y con una puerta de acero. El secuestrador la amenazaba con asesinar a quien ella pidiera ayuda. Escapó a los 18 años. Tenía el mismo peso que a los 10, 42kg.

El secuestrador se suicidó saltando a las vías del tren de la afueras de Viena. En todo este tiempo Natascha intentó fugarse pero por miedo volvía. Al comunicarle que él se había suicidado ella se echó a llorar. El síndrome de Estocolmo. Esto se puede explicar al modo de la reacciones desarrolladas durante la infancia. El niño percibe el enojo del padre, sufre por ello y trata de comportarse bien, para ganarse el afecto, o evitar el enfado del padre. Esta reacción se constata en los casos clínicos que se repite en otras situaciones.

Otro ejemplo es "El ángel exterminador" de Luis Buñuel. En esta película se ve muy bien como el director lleva a los personajes a límites humillantes de degradación. Nos muestra el comportamiento humano ante situaciones límite, incluso en la clase social en que presuntamente las normas de cortesía son más cultivadas. Es un retrato de la alta burguesía.

Una noticia de El País a jueves 4 de noviembre de este año: muere en Sevilla una mujer degollada por su pareja. La víctima ya había sido apuñalada en septiembre por el mismo agresor que había sido puesto en libertad por no haber denuncia contra él.

"Se ataca en el otro los rasgos de uno mismo". ¿Qué quiere decir esto? Por ello a veces el criminal se suicida o se entrega inmediatamente después para recibir el castigo (no se soportan los rasgos de goce y de deseo del otro, y tampoco los propios, por ello la mata y luego va contra si mismo) (Cuanto más se tiende a uniformar, y a anular las diferencias más aumentarán las tendencias agresivas).

La tendencia a la uniformidad puede favorecer el carácter epidémico que alcanza el fenómeno. Una uniformidad inducida por las políticas globales ????? Todos sabemos que la relación entre hombre y mujer está atravesada por la diferencia que es consecuencia de la diferencia anatómica de los sexos y de sus diferentes consecuencias en el psiquismo.

La relación que se mantiene con el deseo, el goce y el amor es también diferente en el hombre y en la mujer. Aunque se tiende a idealizar la relación hombre- mujer, la media naranja, el objetivo máximo de la vida es tener pareja y casarse o vivir con alguien, que así se obtiene la completud... la realidad es que las diferentes formas pueden llevar más al desencuentro que al encuentro.

La elección de la pareja, es decir de objeto, no es lo mismo en el hombre que en la mujer. Más bien van casi en direcciones opuestas. En general lo prioritario para un hombre es diferente de lo prioritario para una mujer. El hombre teme más perder, su interés es mantener lo que tiene. Su dinero, su poder, su potencia... Para la mujer, como dijimos en otras reuniones, es el amor, es a lo que más valor da y por tanto es lo que más teme perder.

¿Qué pasa con esto en la convivencia?. ¿Puede esto explicar que algunos hombres, habiendo reconstruido su vida sentimental con otra mujer, maten igualmente a la anterior? ¿Y con respecto a la mujer puede esto explicarnos que ellas no den importancia a los primeros signos de violencia, disculpándolos para no perder el amor? ¿Puede explicar esto por qué los protagonistas del drama quedan fijados "irremediablemente" a sus lugares de víctima y verdugo?

Otra cuestión paradójica es que al mismo tiempo en que parecían ceder los viejos prejuicios que rodean la sexualidad, la agresión y el crimen se hacen presentes en los medios de comunicación.

¿Por qué las mujeres han sido sistemáticamente objeto de violencia? Son muchas las teorías que aparecen para explicar y fundamentar las medidas en pos de la igualdad de oportunidades entre los sexos. Y por supuesto que se han conseguido logros en este sentido. Pero querer reducir a uno la diferencia, es decir intentar anularla produce odio.


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