Psicoanalista

Tratamientos individuales dirigidos a niños, adolescentes y adultos:

Sabemos por la experiencia en el tratamiento con niños y adolescentes, que en la mayoría de los casos que surge el fracaso escolar, así como en las dificultades en el aprendizaje, la hiperactividad, las conductas conflictivas, la falta de concentración etc.., éstos síntomas encubren otro tipo de situaciones afectivas que los niños están viviendo y que son las que constituyen las verdaderas causas del escaso o nulo rendimiento y del malestar que manifiestan estos sujetos. La relación al saber se encuentra obstaculizada.

En general, todo tratamiento de niños, adolescentes y adultos conlleva la búsqueda de las causas que, lo sepa o no el sujeto, están en el origen de su malestar.

En la depresión, convendrá ir sabiendo a lo largo de la cura las razones por las cuáles un sujeto padece apatía, aburrimiento, tristeza o en general cierta pereza de existir.

Esto es aplicable a cualquier padecimiento, ya sea una fobia, ansiedad o angustia, un problema de pareja, trastornos del sueño y de la alimentación (anorexia o bulimia), conductas adictivas (un problema de drogas o ludopatías), hiperactividad, trastornos graves como crisis, episodios psicóticos y autismo, dependencias o dificultades para tomar decisiones etc...

El tratamiento psicoanalítico se ocupa de los síntomas mencionados, en tanto hacen sufrir y dificultan la vida de las personas que los padecen. El sujeto deposita su queja y malestar en el cuerpo, desconociendo qué conflictos psíquicos están en el origen de sus dolencias.

Las enfermedades funcionales, y en general las somáticas, tienen que ver con una falta de simbolización de determinados estados afectivos.

Dicho de otro modo: el enfermar, en este sentido, está relacionado con la falta de palabras.

El objetivo principal de la cura es crear un espacio de escucha, donde la palabra encuentre un lugar que conecte el malestar con el desconocimiento de lo psíquico y sus repercusiones en la vida de cada sujeto.

La persona encuentra en sus propias palabras aquellas respuestas a los enigmas y conflictos que le llevaron a pedir ayuda.

El psicoanalista escucha e interviene, intentando que se localicen y desplieguen las marcas que han conformado la historia del sujeto y que explican su posición ante los otros, así como sus dificultades para elegir y saber, acerca de su deseo.

De esta forma la persona irá encontrando las claves de su sufrimiento y se irán desanudando sus conflictos.